La exploración en el Lejano Oriente ruso es un desafío en las mejores épocas, pero ha sido imposible durante los meses de verano, cuando la tundra se derrite y los pesados vehículos que se necesitan para transportar las perforadoras y las bombas dañarían el frágil terreno y se hundirían en el suelo blando y pantanoso.
Pero es posible que el equipo de exploración de Kinross haya encontrado una forma de llegar a objetivos de exploración previamente inaccesibles durante los meses de pleno verano, entre mayo y septiembre. El verano pasado, el equipo lanzó un programa de exploración de prueba usando un helicóptero para transportar hasta el lugar equipos pesados, como estaciones hidráulicas, equipos de perforación y mangueras, además de un pequeño grupo de personas para trabajar en el terreno.
“El proyecto es fascinante. Comenzamos con una prueba y ya hemos trabajado con dos objetivos de exploración hasta el momento. Hay mucho potencial”, explicó Valentín Buhov, Gerente de Exploración de Kupol.
Trasladar los equipos por aire es más costoso, pero amplía significativamente la temporada de exploración, que se ha limitado a la perforación con equipos adaptados para el invierno durante el invierno, evitando a la vez el daño a la tundra.
Sin embargo, hay un inconveniente: para que la perforación con helicópteros funcione, los equipos de perforación deben estar conectados a una fuente de agua mediante una tubería en todo momento, con lo cual deben permanecer a no más de 500 metros del agua.
“La temperatura no puede bajar de cero grados en ningún punto o de lo contrario, el agua se congela y la perforación se torna imposible”, explicó Valentín.
El equipo prevé que continuará con la exploración con helicópteros el próximo verano.
La vista desde arriba en el sitio de exploración y perforación cerca de Kupol
El helicóptero que transporta la estación hidráulica que alimenta el equipo de perforación
Cielos despejados acompañan el aterrizaje del equipo de perforación