Vayan nuestras mejores felicitaciones a Anna Apoka, Especialista en Relaciones Públicas y Comunitarias de Chukotka, por ser la primera mujer de toda la región en completar el riguroso programa de capacitación de una semana en rescate minero, dictado en Rusia.
“Anna es una pionera, y nos sentimos sumamente orgullosos de ella. Ella puso todos sus esfuerzos en completar esta capacitación tan difícil, y lo que ha logrado es verdaderamente sorprendente,” dijo Claude Schimper, Vicepresidente Regional de Rusia.
Pasó días agotadores tanto en el aspecto físico como emocional, ya que la capacitación intensiva de una semana se dictó en la remota ubicación de Welkom, Sudáfrica, bajo una cálida temperatura de 30 ºC. En la capacitación también participaron diez empleados de las operaciones mineras subterráneas de Kupol y Dvoinoye.
Anna nos cuenta sobre cómo aplicó su fuerza mental para dominarse, y le ofrece un gran mensaje de apoyo a las mujeres que quieran seguir sus pasos.
“La capacitación en rescate minero fue algo que intenté hacer el año pasado, pero no logré completar. Esta vez, me fijé la meta firme de aprobar la sesión de capacitación por completo.
La semana de labores exhaustivas termina con una larga prueba que incluye un recorrido de obstáculos con cinco zonas que imitan condiciones en la mina como un nido de ratas (un laberinto cubierto con tuberías y escaleras), y cuatro laberintos al descubierto. El peso total de lo que debíamos llevar por los laberintos era de 1,500 libras. Eso no es nada fácil, incluso para la persona en mejores condiciones físicas, pero resultó especialmente difícil para mí, que soy una mujer pequeña. También debíamos llevar tanques de oxígeno a la espalda, lo que hizo todavía más difícil esta prueba.
Había que recorrer dos circuitos por cada zona, llevando ese gran peso. El primer circuito no nos resultó tan desafiante en el aspecto físico, pero sí mentalmente. Nuestro cuerpo puede estar completamente preparado, pero la cosa cambia cuando se trata de la mente. Tan pronto pasas el primer circuito, te sientes como si no pudieses dar un paso más. Es sumamente importante motivarse uno mismo para seguir adelante.
Como mujer, fue todavía más duro competir, ya que los otros nueve participantes eran hombres. Primero, tenía que convencerme a mí misma de que podía seguir por 40 minutos más, y hacerlo tan bien como cualquier otro de los hombres del curso.
La última etapa incluyó lanzar sacos de arena de 40 a 45 libras cada uno sobre un muro de dos metros de alto. Esa fue la prueba que no pude completar el año pasado. Esta vez, mi enfoque se centró en la estrategia.
Y, durante todo el curso, tuvimos que tolerar un clima sumamente caliente. Nosotros somos del norte de Rusia, y no estamos acostumbrados al calor africano. Todos esos factores me tenían nerviosa; sin embargo, cuando amaneció el día de lanzar los sacos de arena, ya estaba lista y confiada en que sería la primera mujer en completar la capacitación y en vencer los obstáculos.
Todo sucedió tal como yo lo esperaba. Pasé el primer circuito con relativa facilidad, pero durante el segundo circuito volvieron a surgir un montón de dudas, como: “¿Lo podré superar?” “¿Podré llegar a la meta?” Debo confesar que casi al final estaba tentada a abandonar la prueba. En ese momento, Andy, nuestro entrenador, que me ha dado apoyo todos los días, me dio un discurso motivador. Hice acopio de todas las fuerzas que me quedaban y seguí adelante.
Por último, la prueba de los sacos de arena: el ejercicio que más temía desde que fallé el año pasado. ¡Y la vencí! Además, logré un resultado excelente, al completarla en 36 minutos. No solo pasé la prueba del campo de obstáculos; también obtuve un resultado comparable al de los hombres.
Quiero decirle a todas las que participen en el futuro que no tengan miedo; confíen en su propia fortaleza. ¡Mujeres, recuerden que ustedes pueden hacer todo lo que se propongan!”
Anna Apoka, Especialista en Relaciones Públicas y Comunitarias, Rusia
Durante la capacitación en rescate minero
Anna manda saludos desde su capacitación en las alturas
