¿Sabían que el oro está teniendo un papel fundamental para ayudar a diagnosticar la COVID-19?
Si bien los gobiernos de todo el mundo están usando diversas opciones de diagnóstico para hacer pruebas de COVID-19, casi todos requieren análisis de laboratorio.
Según el Consejo Mundial del Oro, las pruebas rápidas que utilizan oro o ‘Ensayos de flujo lateral’ (LFA, por sus siglas en inglés) pueden complementar las opciones de prueba que dependen de análisis de laboratorio. Los LFA se usan desde hace más de 40 años para ayudar a diagnosticar decenas de enfermedades que representan un riesgo para la vida, como la malaria, y cada año se producen más de 400 millones de pruebas LFA para la malaria.
Partículas diminutas de oro actúan como ‘indicadores’ en las pruebas rápidas LFA y provocan un cambio de color cuando entran en contacto con la muestra del paciente para determinar rápidamente un resultado positivo o negativo.
Las pruebas rápidas de COVID-19 de primera generación identifican anticuerpos marcadores tempranos y tardíos, en lugar de buscar el virus en sí, y pueden ayudar a determinar si una persona ha tenido una infección por COVID-19 incluso cuando el virus ya no está presente. Las compañías médicas también están trabajando para desarrollar LFA que puedan identificar el virus directamente.
Para obtener más información sobre el papel del oro en la industria del cuidado de la salud, pueden consultar este informe del Consejo Mundial del Oro aquí.