Tal como se publicó en Kupol Times, nuestra publicación interna en Kupol:
Imagine que está afuera cumpliendo un turno nocturno expuesto a la nieve y el viento. De repente, escucha un silbido de alas y siente que algo le toca en la espalda. Se da vuelta y ve a un pato exhausto temblando sobre la nieve, a sus pies. Mira hacia arriba y en ese momento, en medio de la oscuridad, caen del cielo cientos de patos, que le golpean en la cabeza y aterrizan a su alrededor.
Puede parecer increíble, pero eso es lo que sucedió en Kupol, la noche del 26 de octubre.
Los pájaros eran patos de cola larga o “sauk”, un pato polar común. Viven en el mar abierto y normalmente, solo llegan a la tundra para anidar. Es difícil estimar cuántos eran, pero era una bandada inmensa que cubría cientos de metros cuadrados. Cortó el tráfico del portal de la mina durante un rato.
Nuestra gente de Kupol sospecha que durante la migración la bandada se encontró con fuertes ráfagas de viento. Atraídos por las luces de la mina, los pájaros aterrizaron allí para descansar y recuperarse. Al cabo de unos días, siguieron viaje.
Patos polares se acurrucan para darse calor en Kupol. Crédito de la foto: Timur Akhmetov (Subgerente de Medio Ambiente, Kupol)